miércoles, 18 de agosto de 2010

Que no te cambie la mirada

Suelo esperar inspirarme para poder escribir, pero no me viene nada a la cabeza.

Suelo inspirarme en el momento menos oportuno, pero no tengo un triste lápiz y un papel dónde escribir.

Hoy, estoy inspirada, pero me siento obcecada, soy incapaz de transmitir lo que quizás antes me resultaba más sencillo.


Intentaré escribir de la manera más coherente que sea posible.


Regreso de mucho tiempo a un lugar donde he crecido, la gente ha cambiado; quizás uno espera encontrar todo como aún lo tiene grabado en la memoria, y tratamos de vivirlo de tal modo; he encontrado personas con las que escasamente he hablado durante mi ausencia y sin embargo hemos compartido momentos excepcionales, también he compartido con personas que suelo comunicarme y he tenido la sensación de que había una barrera que impedía que seamos tal y como somos, debo confesar que aún espero esa espontaneidad de hace años, pero también debo ser realista, las cosas han cambiado.

Sólo espero, que si tenemos que cambiar, que no sea el alma, ni las virtudes de los que conocí, ni las convicciones, ni los sueños y especialmente que no cambie el corazón. Sé que la vida nos cambia debido a muchas vicisitudes, pero si la vida te cambia la mirada por una mirada triste, es que te ha cambiado el corazón, espero que a las personas que quiero, no les cambie la mirada porque así tendré presente que no les ha cambiado el corazón.

No sé si he sido lo suficientemente clara, pero algo he escrito, probaré escribir mejor mañana, si es que mañana me inspiro.

Si te gustó el poema, escribo uno para ti...